¿Quieres jugar como un gran maestro? ¡Aprende a pensar como él! La buena noticia es que casi cualquier persona puede aprender a pensar como un gran jugador de ajedrez, independientemente de su nivel inicial.
Pero, ¿cómo se aprende a pensar como un gran maestro? ¿Qué ven diferente a los demás?
Sí, todo gran maestro tiene un nivel bastante alto en todas las áreas del ajedrez. Sin embargo, no es solo «la suma de todas sus habilidades» lo que hace que los grandes maestros sean los oponentes más fuertes, sino también el pensamiento especial en el transcurso del juego.
En este artículo, hemos reunido 5 formas poderosas para ayudarte a transformar tu mentalidad de ajedrez. Como resultado, tomarás mejores decisiones en el tablero de ajedrez. Aquí están las recomendaciones:
1. No te distraigas con tácticas «baratas», profundiza
Los jugadores débiles y los principiantes de ajedrez se ven fácilmente tentados por ataques rápidos en la apertura y, a veces, por tácticas en el medio juego que no son tan difíciles de detectar. Y los oponentes experimentados lo saben muy bien.
Por lo tanto, le recomendamos que borre de su mente de una vez por todas el pensamiento ingenuo “y si mi oponente no ve esto”. De tales engaños, perderá más de lo que ganará.
El Gran Maestro nunca caería en esto. De hecho, las tácticas son lo último que hará. Y si lo hace, será por dos razones: estos movimientos fueron imposibles de evitar o parecen realmente prometedores.
En general, busque siempre movimientos más profundos y reflexivos que mejoren su posición y creen problemas «sutiles» para su oponente. No salte sobre lo obvio.
2. Repensar oportunamente la situación en el tablero
La mayoría de nuestras decisiones actuales provienen de evaluaciones previas de la posición que estamos implementando en la junta. Las estimaciones incorrectas conducen a malos planes.
Si su situación empeoró repentinamente para usted, intente averiguar sin demora qué fue exactamente y cuándo salió «mal».
Si tiene una ventaja, averigüe cómo sacarle el máximo partido.
Si la posición es igual, sigue construyendo o haciendo movimientos estáticos que no empeoren tu posición. ¿O tal vez vale la pena darle una oportunidad al enemigo? Por cierto, muchos grandes maestros usan esta estrategia cuando juegan contra un oponente débil. Fortalecen sus posiciones y «esperan» a que el enemigo (equivocadamente) lance un ataque.
3. No subestimes las posibilidades de tu oponente
Cuando nos enfrentamos a posiciones que son difíciles de defender para nuestro oponente, a veces sobreestimamos nuestras posibilidades. Pensamos que nuestra victoria es inevitable, pero en realidad a menudo no es así.
Abre tu mente y deshazte de cualquier ilusión. Puede que estés mejor posicionado en este momento, pero la mayoría de las veces no será suficiente para ganar.
Trate de calcular todas las oportunidades posibles de los oponentes, ¡especialmente cuando son peores!
4. Apaga las emociones
Las emociones son el gran enemigo de cualquier jugador de ajedrez. Pero cuando no hay experiencia, es aún más difícil. Lo peor es cuando ganas y empiezas a emocionarte. Caes en un deleite prematuro y, al final, la victoria se te escapa.
El gran maestro mantiene la concentración y la compostura en todas las etapas del juego. Lógica desnuda, sin emoción.
5. No dudes de ti mismo y de las decisiones que tomes
Capablanca dijo una vez: «Si ves un buen movimiento, debes jugarlo».
Si crees en una idea, entonces impleméntala. No dejes que te importe si al final pierdes. Los ajedrecistas fuertes toman decisiones basadas en sus propias creencias y creencias.
Si cree que el puesto requiere riesgo, ¡adelante! Confía en ti mismo, en tu razonamiento detrás de tus acciones, ¡y actúa! Al final, si pierdes, este también es un buen estudio y experiencia.
Gracias por leer y como siempre, no dude en dejar comentarios!
Gracias por el artículo, es de gran ayuda para todos los que queremos mejorar nuestro juego, la verdad siempre me pregunto por qué hay tanta ventaja entre un jugador regular y uno con alto nivel.
El desarrollo cognitivo es una herramienta para el aprendizaje ajedrecista y dejar de lado el temor que nos presenta el juego seguro.