Cada entrenador trabaja según sus propias fórmulas. Alguien juega activamente al ajedrez él mismo, combinando torneos y enseñanza. Estos entrenadores suelen compartir la experiencia práctica que adquieren en sus partidas. Otros utilizan material ya preparado de entrenadores conocidos. Y otros combinan varias opciones.
Llevamos muchos años observando estos procesos desde fuera, y hemos reunido nuestra propia hucha de «trucos de entrenador». Hoy ponemos en su conocimiento 10 métodos eficaces para enseñar ajedrez que realmente funcionan:
1. Análisis detallado de las partidas de los alumnos
Es muy valioso analizar una partida con un alumno, para entender qué vio aquí y allá, dónde pasó la mayor parte del tiempo, dónde se cometió un error, por qué, etc. Intente hacerlo siempre. Cuando todas las partidas jugadas se analizan cualitativamente de esta manera, la persona aprende rápidamente de sus errores y no los repite.
2. Jugar finales de ajedrez
¿Practicas clases en grupo? Son buenas precisamente por la posibilidad de organizar un entrenamiento activo. Y siempre es divertido y útil para practicar.
Una vez que hayas explicado un determinado final, haz que todos jueguen en posiciones similares: por ejemplo, 2 alfiles contra un alfil y un caballo con 5 peones cada uno.
Por supuesto, puede dominar el tema mediante la repetición y el análisis cuidadoso del final. Sin embargo, «jugar» los finales es mucho más eficaz y rápido de entender y memorizar que simplemente «leer» sobre ellos.
3. Partidas ejemplares
Para enseñar a su alumno una apertura, comience con partidas ejemplares de los mejores jugadores en esa apertura. Por ejemplo, en cuanto empecé a aprender la Defensa India Antigua, mi entrenador y yo repasamos todas las partidas de Kasparov en esta apertura.
Era muy importante conocer las ideas, los patrones básicos que se repiten constantemente y, por supuesto, esas partidas son una gran fuente de inspiración. Los alumnos pueden olvidar una o dos jugadas teóricas en algún momento, pero normalmente recuerdan las partidas.
4- Entrenamiento táctico
La base de una enseñanza de ajedrez de calidad. Lo mejor es plantear tareas y pedir al alumno que las resuelva en un tiempo determinado. A continuación, pídales que comenten las respuestas y sólo después compruebe las soluciones.
5. Aprender los clásicos
Introduzca siempre a sus alumnos en los clásicos. Especialmente hoy en día, cuando los niños aprenden tan rápido que muchos pueden enseñar de memoria las variantes de la Najdorf, pero no llegan a conocer ni una sola partida de Fischer (por ejemplo). Seguimos creyendo que una amplia perspectiva ajedrecística y el conocimiento de muchas partidas clásicas siguen siendo necesarios.
6. Partidas relámpago
Antes o después de cada sesión de entrenamiento, invite a sus alumnos a una mini partida de blitz, no más de 5 partidas seguidas. Especialmente si sus sesiones de formación contienen temas y ejercicios difíciles. El blitz es divertido, ayuda a aliviar la tensión y tiene un efecto positivo en la motivación de los alumnos.
7. Jugar determinadas posiciones
Tome una posición poco conocida de una partida, conocida o de su propia práctica, y pida a los alumnos que la jueguen con ambos colores. Busque un momento crítico y vea si pueden mejorar o repetir las mejores jugadas.
8. Ajedrez a ciegas
Juegue al Blitz en un tablero sin piezas y coloque la pieza que mueve en el tablero. Por ejemplo, en la primera jugada, si las blancas juegan 1.e4, sólo debería haber un peón sobre el tablero. Si las negras responden con e6, habrá dos peones, etc.
Esto no sólo es divertido, sino que ayuda a agudizar nuestra visión e imaginación.
Cuando un alumno está calculando opciones durante una partida, no puede mover piezas. Aquí es aún más difícil para él, porque ni siquiera puede ver las piezas, al menos no todas. Si es difícil de aprender, será fácil en la batalla).
9. Ver muchas partidas nuevas todo el tiempo
Ver muchos partidos con tus alumnos, sobre todo partidos fuertes, mejorará tu juego con el tiempo, aunque ninguno de ustedes se dé cuenta.
Es importante analizar no sólo las partidas de tus alumnos, sino también las de los demás y aprender de ellas. Por cierto, puede ser incluso más emocionante, porque no hay prejuicios ni sensación de frustración: al fin y al cabo, no se trata de los errores del alumno, sino de los de los demás.
10. Comenta tus partidas
Pide a los alumnos que comenten sus partidas. Deje que hagan todo el trabajo ellos mismos y luego compruebe la calidad de sus análisis. Esto suele corregir el hábito de pensar y evaluar el juego superficialmente.
Esto es todo por hoy. No dudes en enviarnos tus ideas y preguntas sobre este fascinante tema.
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