Hoy vamos a estudiar los finales. Sé que a la mayoría de los ajedrecistas no les gusta estudiar los finales. Pasan todo su tiempo de ajedrez estudiando la Siciliana Cerrada o alguna otra apertura. Entonces, después de perder una partida, se enfadan mucho y dicen algo así como: ¿Por qué estoy perdiendo? He pasado tanto tiempo estudiando ajedrez». Si dedicaran el 25% del tiempo que emplean «estudiando» aperturas a entender finales sencillos, jugarían mejor… por 200 puntos de ELO, ¡quizá incluso 400!
Lo más importante de los finales es que enseñan la interacción básica entre piezas y peones. Si estudia primero el final, antes que el mediojuego y la apertura, su aprendizaje será más efectivo y eficiente. Entenderá qué finales se pueden ganar y cuáles no. Además, entenderá cuándo cambiar piezas en el mediojuego para conseguir un final favorable. Sólo después de entender bien el final y el mediojuego, tiene sentido estudiar aperturas, porque ya sabrá qué tipo de mediojuego y final pretende.
Hoy hablaremos sólo de finales y veremos algunas posiciones típicas que todo ajedrecista debería ser capaz de jugar.
1. Carrera de peones
Muchos ajedrecistas tienen momentos difíciles cuando deben decidir si atrapar un peón pasado con su propio rey o gastar su peón. Un error en tales posiciones suele costar la partida. ¿Cómo podemos determinar si podemos interceptar un peón pasado por rey? ¿Tenemos que contar jugada por jugada? ¿Y si es un blitz o no queda mucho tiempo?
En realidad, existe una regla sencilla para comprobar si el Rey puede atrapar un peón pasado. Se llama la «Regla del Cuadrado». Esta regla indica que si el rey está en la casilla de un peón pasado, lo atrapará.
Regla del Cuadrado
El rey negro puede atrapar fácilmente al peón blanco, ya que se encuentra en la casilla verde. Sin embargo, el rey blanco no puede atrapar al peón pasado negro, ya que se encuentra fuera de la casilla roja.
2. peón pasado distante
El peón pasado distante, situado en el lado opuesto del tablero al de los reyes, proporciona una enorme ventaja. El objetivo principal de este peón pasado es distraer al rey del adversario, para que abandone el flanco de rey y deje desprotegidos a los demás peones. Mientras tanto, el otro rey puede invadir y comerse esos peones con una victoria fácil.
3. Dos peones pasados conectados
Dos peones pasados conectados son un arma poderosa en los finales de peones. La principal ventaja de estos peones es que no pueden ser tomados por el rey debido a la amenaza de que otro peón se dé la vuelta. En el ejemplo siguiente, el rey negro se ve obligado a proteger un par de peones blancos. Mientras que el Rey Blanco puede invadir el flanco de Rey y comerse a los peones Negros.
4. Mayoría de peones (3 contra 2)
La mayoría de peones también es un recurso valioso en los finales de peones. La idea principal es sacrificar un peón y crear un peón pasado que se convierte en Dama. La dama se come entonces a todos los peones y se empareja con el rey.
En la posición 1 de abajo, las blancas mueven un peón b5. Las negras evitan la captura y juegan a5. Las blancas juegan ahora c4-c5, sacrificando el peón «c», seguido de la promoción del peón «b», ganando la partida (Posición 2).
5. Rincón del empate
A veces las cosas no salen como nos gustaría en los finales, y tenemos que usar ciertos trucos para salvar la partida. Este es un truco sencillo, pero muy fuerte, que le ayudará a salvar más de una partida, cuando juegue sin peones. Digamos que tu oponente tiene un peón de torre, que quiere promocionar. La estrategia básica de defensa aquí es simple: hay que ocupar el campo de conversión (la esquina del tablero) para empatar la partida. Su rey no puede ser expulsado de allí por la fuerza.
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Excelentes ejemplos. Trataré de leer menos aperturas y más finales. Gracias