El ascenso de China como potencia mundial del ajedrez ha sido poco menos que extraordinario. Desde sus humildes comienzos, China ahora se ha convertido en una fuerza dominante en el mundo del ajedrez. El desarrollo del camino de China hacia el dominio del ajedrez es algo que debe observarse con atención y estudiarse.
Según la lista de clasificación de la FIDE de junio de 2023, entre los 20 mejores ajedrecistas del mundo en la sección abierta, China tiene dos. Sin embargo, en la sección femenina, China cuenta con cinco jugadoras (con tres de ellas ocupando las cinco primeras posiciones). Actualmente, China ocupa el tercer lugar en las calificaciones promedio de los países para los diez mejores jugadores, a pesar de que tiene notablemente menos Grandes Maestros que India, Ucrania o Alemania, todos los cuales están detrás de China. ¿Cómo pasó esto?
En una cultura donde la tradición, el ingenio y una visión amplia de la vida constituyen elementos esenciales de identidad, el ajedrez parecería una elección natural como deporte nacional. Aún así, sus propios juegos de mesa, el ajedrez chino y el go, son los más destacados en China. De hecho, no fue hasta principios de la segunda parte del siglo XX que el ajedrez comenzó a ganar un pie en el país del Dragón Rojo.
De Xiangqi a la FIDE y Dato
El ajedrez inicialmente no fue bien recibido en China. Debido a esto, el juego fue reconocido por primera vez como una pequeña parte de la enorme Asociación China Xiangqi en noviembre de 1962. Con pequeños proyectos de ajedrez en escuelas y torneos nacionales, así como cuatro partidos amistosos con los soviéticos (que no enviaron a sus mejores jugadores), el ajedrez iba dando pequeños pasos. Sin embargo, el juego fue relegado a los márgenes durante la Revolución Cultural cuando se incluyó en la lista de actividades consideradas «decadente». Aún así, sobrevivió.
La fortuna sonrió al ajedrez en China en la década de 1970, con la relajación de las restricciones. Una reunión de 1974 en Kuala Lumpur, donde se discutió el aumento del perfil del ajedrez en Asia, convirtió a China en el punto focal del impulso. Este esfuerzo implicó no solo brindar más apoyo externo para el juego, sino también involucrar a las autoridades chinas y obtener más apoyo estatal.
En 1975, la Asociación de Ajedrez de China se unió oficialmente a la FIDE y los jugadores chinos comenzaron a participar en eventos internacionales al año siguiente.
Dato’ Tan Chin Nam, un filántropo del ajedrez de Malasia, desempeñó un papel crucial en el desarrollo del ajedrez en el País del Dragón Rojo, quien encendió la antorcha que extendió la llama del ajedrez por toda China y la encaminó a convertirse en un gran potencia mundial en el tablero de ajedrez de las 64 casillas.
De pequeños pasos a saltos gigantes
Habiendo ganado el segundo lugar en el Campeonato Asiático de 1977, China anunció su entrada al mundo del ajedrez con confianza en la Olimpiada de Ajedrez de 1978 en Buenos Aires, la primera Olimpiada de ajedrez en la que participó el país. Con un ELO promedio de 2273, el equipo chino primero sorprendió a Islandia (que tenía al posterior presidente de la FIDE, Frederic Olafsson, en el primer tablero) en la primera ronda y también logró mantener en tablas al equipo de Holanda, que luego presentaba a los ahora legendarios jugadores: Jan Timman, Gena Sosonko y Johannes Donner (que perdió ¡a un jugador chino en 20 movimientos!).
Luego, gradualmente, llegaron los éxitos: segundo lugar en el Campeonato Asiático de Ajedrez por Equipos en 1979, 1981, primer oro en 1983, luego nuevamente en 1987, 1989 y 1991. Del octavo lugar en la Olimpiada de 1984, China avanzó al sexto lugar en 1990. Además, los jugadores chinos comenzaron a ganar numerosos eventos en Asia y estaban haciendo sentir su presencia a nivel mundial. A medida que el ajedrez progresó en China, el estado se animó y brindó más apoyo.
En la década de 2010, China comenzó a hacer podios en los eventos por equipos de ajedrez: el equipo femenino ganó medallas de plata en la Olimpiada de 2010, 2012 y 2014, mientras que el equipo masculino ganó el oro en la Olimpiada de 2014 y repitió ese éxito en 2018 y la Olimpiada de 2021. (el último se llevó a cabo en línea debido a la pandemia de COVID-19 en ese momento).
Durante todo este tiempo, el apoyo estatal al ajedrez fue aumentando a nivel nacional y regional/local.
Sorprendentemente, las chinas comenzaron a dar saltos de gigante en el ajedrez femenino.
El sorprendente éxito del equipo femenino chino
En la Olimpiada de Ajedrez de 1980, cuando el equipo femenino chino hizo su primera aparición, cautivó al mundo del ajedrez al empatar con los campeones olímpicos de la URSS y terminar en sexto lugar por delante de los equipos femeninos tradicionalmente fuertes de Yugoslavia y Bulgaria. El ascenso del equipo femenino en el ámbito del ajedrez continuó, culminando en un notable empate por el 3er lugar en la 27ª Olimpiada de Ajedrez celebrada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Las jugadoras chinas afirmaron oficialmente su dominio del ajedrez después de la desintegración de la URSS en 1991, cuando Xie Jun (en la foto de arriba) ganó el título que mantuvo hasta 1996, y nuevamente entre 1999 y 2001. En 2010, otra china, Hou Yifan, ganó la corona, al convirtiéndose en la Campeona Mundial Femenina más joven. Defendió el título tres veces (en 2011, 2013, 2016) e incluso hoy está clasificada como la jugadora número uno del mundo, a pesar de retirarse del ajedrez activo en 2019.
Su corona fue asumida por otro chino: Tan Zhongyi (2017-2018) y otro, Ju Wenjun (a partir de 2018).
El paralelismo entre el dominio soviético y chino en el ajedrez femenino es sorprendente. Ambos comparten una base construida sobre un sólido apoyo del gobierno y un sistema bien establecido donde los jugadores experimentados son mentores de talentos emergentes.
Los recursos y la esperanza
Con jugadores en el club de más de 2700, con el campeón mundial Ding Liren, Yu Yangyi, Wang Hao (el ganador del Grand Swiss inaugural en 2019, el torneo de ajedrez clásico más fuerte del mundo) y Wei Yi, y varios GM súper fuertes, todos en su 20 y 30, China es una potencia de ajedrez dominante en la actualidad.
El punto más alto (hasta ahora) en esta marcha del ajedrez chino es la victoria de Ding Liren de 2023 en el partido por el título para determinar el nuevo Campeón Mundial de ajedrez. Actualmente, China tiene las coronas en ajedrez abierto y femenino, un éxito único que solo había logrado antes la Unión Soviética.
A medida que el ajedrez está siendo dominado por jugadores cada vez más jóvenes, los recursos de jóvenes talentos que China tiene a su disposición son casi imposibles de igualar por cualquiera, excepto quizás por India. Dada la gran cantidad de estudiantes en los que China puede confiar, no sorprende que estas escuelas produzcan una multitud de jugadores excepcionales.
El éxito reciente de Ding Liren no solo lo convirtió en un héroe en su propio país, sino que también le dio impulso al ajedrez en una nación donde decenas de millones ya juegan.
El próximo partido femenino en China, disputado por dos jugadoras chinas, será el primer punto en el que el país del Dragón Rojo muestre su nuevo esplendor al mundo. La esperanza es que habrá más eventos de ajedrez en el Lejano Oriente y que habrá más inversión en el juego.
Fuente: fide.com
