Hoy hablaremos de algunos de los mitos más comunes del ajedrez que la mayorĂa de las personas creen.
ÂżPueden los grandes maestros calcular 30 movimientos por adelantado? Cuanto más viejo es el ajedrecista, más fuerte es? ÂżEs el ajedrez un juego puramente mental? Siga leyendo el artĂculo para conocer las respuestas a estas y otras preguntas.
5 Mitos del Ajedrez que la MayorĂa de las Personas Creen
1. ¿Son los ajedrecistas de mayor edad generalmente más fuertes?
La mayorĂa de la gente cree que el ajedrez es un juego para personas mayores y, por lo tanto, cuanto más viejo sea el jugador, mejor será en el ajedrez. Esto podrĂa haber sido cierto hace un par de dĂ©cadas. Pero ahora, en la era de la informática, cuando el tĂtulo más alto de ajedrez -Gran Maestro- puede alcanzarse ya a los 13 años, no es asĂ.
En general, no existe una correlaciĂłn directa entre la fuerza del ajedrez y la edad. Hoy en dĂa, un jugador de diez años puede tener una puntuaciĂłn de 2200 y ser más fuerte que el 99% de los ajedrecistas. Al mismo tiempo, hay Grandes Maestros activos de más de 70 años. Aunque es cierto que las capacidades humanas, tanto mentales como fĂsicas, comienzan a disminuir a partir de cierta edad, pero esto suele ser aplicable a las competiciones de ajedrez al más alto nivel.
En resumen, los ajedrecistas mayores no son necesariamente fuertes. De hecho, la edad media de los 10 mejores ajedrecistas de hoy en dĂa es de unos 30 años y, por ejemplo, Magnus Carlsen se proclamĂł campeĂłn con 21 años.
2. ¿Los grandes maestros pueden «calcular» 25-30 movimientos por adelantado?
Mucha gente cree que los Grandes Maestros son capaces de calcular posiciones con 25-30 movimientos de antelación. Esto puede ser cierto en algunas posiciones «simples» con un número muy limitado de piezas en el tablero (como un final de partida). Pero, por regla general, ni siquiera los mejores jugadores pueden calcular tantas jugadas por adelantado.
Magnus Carlsen afirma «ver» 15 jugadas por delante, a veces incluso 20. Esto es probablemente cerca de la máxima profundidad de pensamiento para el ajedrez «humano». El problema del cálculo en profundidad es que hay que tener en cuenta muchas opciones y diferentes respuestas del adversario. No basta con calcular una sola lĂnea con 15 movimientos por delante. Hay que hacer lo mismo con 3-4 lĂneas alternativas y elegir la mejor opciĂłn.
3. ÂżEs el ajedrez un juego puramente mental?
Es una creencia comĂşn que el ajedrez es una competiciĂłn puramente mental, sin nada que ver con la forma fĂsica. Pero a mucha gente le sorprenderĂa saber que todos los ajedrecistas de alto nivel realizan regularmente ejercicios fĂsicos, como el entrenamiento de fuerza, el footing, la nataciĂłn y otros deportes activos.
¿Por qué lo hacen?
Como dijo uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos, Bobby Fischer:
No se puede jugar al ajedrez a un alto nivel y mantenerse concentrado durante 6-7 horas seguidas si no se está fĂsicamente preparado. Los errores comenzarán y el juego se perderá.
4. ¿Los campeones de ajedrez pueden vencer a los ordenadores de ajedrez más potentes?
Muchos siguen creyendo que los jugadores de ajedrez más fuertes son los humanos, y que los humanos siempre ganarán a los ordenadores. Esto fue asà hasta 1997, momento en el que Deep Blue derrotó al actual campeón mundial Garry Kasparov en un torneo. Desde entonces, los programas informáticos se han hecho mucho más fuertes y ahora tienen una calificación superior a 3500.
En comparación, la puntuación de los jugadores humanos más fuertes se acerca a los 2850. Esta diferencia de 650 puntos significa que el ordenador ganará el 99% de las veces. En más de 9 de cada 10 partidos.
5. ÂżEn el ajedrez se depende mucho de la suerte?
Algunos jugadores aficionados creen que en el ajedrez, al igual que en el dominĂł y en el monopolio, se depende mucho de la suerte. Pero, por regla general, no es asĂ. SĂłlo en las partidas de ajedrez para principiantes es la suerte la que lo decide todo. Si, por ejemplo, un jugador se equivoca y pierde una pieza, o pierde un jaque mate en una jugada. Sin embargo, a un nivel superior, la suerte juega un papel menor.