Participar en torneos de ajedrez es una experiencia completamente diferente a aprender ajedrez o jugar partidas amistosas. Si podemos mostrar buenos resultados en las lecciones, entrenando con amigos o con el entrenador, entonces las competiciones oficiales te obligan a esforzarte al máximo y mostrar tus mejores habilidades competitivas y tu carácter. Por supuesto, a menudo hay cientos de colegas haciendo lo mismo. Y, como si esto no pareciera tan difícil, también hay escasez de tiempo.
Tenemos que tomar decisiones en un tiempo limitado. Y no sólo en el tablero, sino también durante la preparación, así como durante la elección de la apertura. No te olvides de la estrategia más desagradable para tu oponente. Con esta combinación de elementos, no es difícil darse cuenta de que a veces nos equivocamos cuando competimos.
Esto puede deberse a varias razones como:
- Malos resultados : perdemos juegos
- Malos hábitos : falta de descanso, mala calidad del sueño.
- No podemos soportar la presión : nos derrumbamos en momentos críticos.
- Dudamos de nosotros mismos : no sentimos que estemos lo suficientemente preparados
- La ansiedad es un deseo desesperado de ganar y olvidamos que “sólo hay que jugar”.
Y a veces es simplemente mala suerte. Puede parecer un poco extraño mencionar la suerte como un elemento del ajedrez, pero a veces no hay explicación para el mal juego, a veces simplemente no tienes el cerebro para darlo todo.
Dado que estos escenarios no son ajenos a ningún jugador con experiencia en torneos , queremos compartir posibles soluciones que puedes utilizar para volver al juego cuando estés pasando por un momento difícil durante un torneo.
Tabla de Contenido
Lidiando con un mal juego
Lo mejor que puedes hacer es olvidarte de ella de inmediato. Un mal juego no es necesariamente el que perdiste; también podría ser un empate dolorosamente difícil en el que te perdiste una victoria fácil. Los pensamientos negativos deben descartarse de inmediato, especialmente si esto sucedió al comienzo del torneo.
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero debes relajarte, intentar dormir bien por la noche y pensar en el próximo recorrido.
Malos hábitos
Cada uno tiene su propio ritmo, tradiciones, hábitos y todo lo que hacemos en nuestra rutina nos hace felices. Sin embargo, la falta de sueño y descanso es perjudicial para el ajedrez. Intenta organizar tu agenda y vivir un estilo de vida razonable durante el torneo; el descanso y la nutrición deben ser tus prioridades.
Presión, incertidumbre y ansiedad
Normalmente estos tres factores tienen mucho en común. Tienes hambre de victoria, no puedes esperar a que termine el juego y realmente quieres el resultado. Estos pensamientos sólo te alejan más de tu objetivo.
Son abrumadores y no ayudan. Debes tener la mente clara y disfrutar del juego. Recuerda siempre que un buen jugador disfruta del juego, no sufre por ello. Revisar tus juegos anteriores puede aumentar tu confianza al recordarte de lo que eres capaz de hacer. También te ayudará a darte cuenta de tus debilidades y evitar repetir errores.
¿Qué podría salir mal después de leer esto?
¡Sí, cualquier cosa! A veces la situación se sale de control. En ese caso, tenemos un último consejo en caso de que el torneo fracase pronto.
¡Prueba nuevas aperturas!
Cuando todo sale mal, ¿qué importa?
Encuentra motivación superando tus límites y rompiendo tu rutina. ¿Por qué prepararse para un oponente si no estás en la mejor forma? ¿Siempre te has preguntado si 1.e4 debería responderse con, por ejemplo, 1…g6? Hazlo en la siguiente ronda.
Jugar en nuevas posiciones será más intenso, te interesará más y quizás descubras algo en ti que ni siquiera sabías. ¡Recuerda que la fortuna favorece a los valientes!
Esperamos que este artículo le resulte útil y que pruebe los consejos anteriores.