Si eres un jugador activo, probablemente ya hayas jugado con un oponente más fuerte. Estos encuentros nunca son fáciles. Y muchos jugadores de ajedrez, especialmente los principiantes, experimentan incertidumbre en vísperas de tales peleas, miedo, desánimo e incluso desesperación.
Por supuesto, tal percepción del próximo juego no es útil. Siempre es mejor relajarse y simplemente jugar al ajedrez. Especialmente porque tu oponente, sin importar cuán fuerte sea, es probable que también esté nervioso. Y para aumentar realmente sus posibilidades de éxito, siga nuestros consejos:
Tabla de Contenido
1. Elige bien tu apertura
Un maestro o gran maestro suele estar bien versado en teoría. Por tanto, es mejor evitar las líneas muy pronunciadas para las que tendrás que recordar muchas opciones. Los jugadores fuertes generalmente juegan muchas variaciones en una sola apertura, por lo que las posibilidades de que te superen en la preparación son bastante altas.
Es mejor elegir una línea sólida “moderada”, donde el juego se basa en esquemas y no solo en movimientos. Elige un tipo de estructura o medio juego en el que ya conozcas bien las ideas y los planes más comunes y te sientas cómodo jugando.
2. Sé un oponente torpe y persistente
Recuerda que estás practicando deportes, no jugando un juego de vida o muerte. Ante ti hay una persona que bien puede cometer un error y cuyos planes se pueden adivinar. Por lo tanto, trate de no volverse loco, sino ser persistente y responder adecuadamente a la posición.
Intenta dejar a tu oponente con la menor cantidad de oportunidades posibles . Mantenga la tensión central y deje que su oponente se vea obligado a moverse y hacer algo para ganar. En una atmósfera de presión constante, la probabilidad de que cometa un error aumenta, y cuando lo cometa, asegúrese de aprovechar su debilidad.
3. ¡Sé valiente!
Cuando juegas contra los fuertes, no tienes nada que perder en el buen sentido. Después de todo, incluso si pierde el juego, se convertirá en una especie de clase magistral para usted, de la que aprenderá lecciones para el futuro.
No debe tener miedo de hacer un movimiento activo o incluso un sacrificio que crea que traerá una ventaja. No sobreestimes a tu oponente y cree en tu propia fuerza. Y en situaciones de elección difícil, recuerde: si pierde la oportunidad de hacer un movimiento genial, lo más probable es que no tenga una segunda oportunidad en este juego.
4. Prepárate para el juego largo
Un juego con un oponente fuerte puede retrasarse seriamente. Trate de mantener la calma hasta el final del juego, y no se confíe demasiado cuando sienta que va a un empate. ¡Aquí es cuando se cometen la mayoría de los errores!
5. ¡Esté alerta!
Incluso si en algún momento la situación parece que tu oponente está ” caminando en círculos ” y sus movimientos se han vuelto inútiles, recuerda que lo más probable es que haya algún tipo de plan detrás de todo esto. Intenta abrirlo y encuentra posibles trampas con las que puedas responder a las acciones de tu oponente.
Y para mantenerse en forma durante todo el juego y evitar errores, le recomendamos que lea acerca de 10 buenos y malos hábitos de los ajedrecistas.