El pensamiento en el ajedrez es algo que no está muy bien cubierto en la literatura ajedrecística. Existen muchos materiales sobre aperturas, táctica y finales.
Sin embargo, cuando se trata de un fenómeno tan fundamental como el pensamiento ajedrecístico, surge un gran vacío. En el artículo de hoy, compartiré siete consejos que debes conocer cuando se trata de cómo pensar en ajedrez.
Esto te acercará un paso más a pensar como un maestro de ajedrez.
Tabla de Contenido
- 1 1. Pensamiento en ajedrez: Observa todo el tablero
- 2 2. Evalúa todos los Jaques, Capturas y Amenazas
- 3 3. Pensamiento en ajedrez: Descubre qué está haciendo tu oponente
- 4 4. Averigua quién tiene la ventaja
- 5 5. Pensamiento en ajedrez: Elabora un buen plan
- 6 6. Sigue tu plan
- 7 7. No te apresures y verifica tus movimientos
1. Pensamiento en ajedrez: Observa todo el tablero
Por más simple que suene, “ver” todo el tablero no es algo que sea natural para la mayoría de los jugadores.
¿Cuántas veces hemos pasado por alto un jaque en el lado opuesto del tablero y perdido una pieza? ¿O hemos ignorado completamente un ataque contra un caballo ubicado lejos del centro?
Los ajedrecistas suelen concentrar su atención en secciones específicas del tablero o incluso en piezas o peones particulares que les parecen importantes.
Por ejemplo, si hay un ataque en el flanco de rey, es probable que te concentres solo en esa zona. Mientras tanto, es fácil pasar por alto una táctica simple o un avance en el flanco de dama.
Esto se llama visión de túnel. Nuestro cerebro ignora lo evidente porque está enfocado en diferentes elementos del tablero.
Y si crees que solo los jugadores de club cometen estos errores… piénsalo de nuevo. Incluso los supergrandes a veces olvidan la existencia de piezas (las llamadas piezas desaparecidas) justo frente a ellos, perdiendo instantáneamente la partida. Recientemente, esto le sucedió a Hikaru Nakamura.
Solución rápida: ¡Mira todo el tablero! Reflexiona sobre la posición. No te concentres exclusivamente en el flanco de rey lleno de acción o en el centro del tablero. Mejor cambia tu atención a otras partes donde, aparentemente, no ocurre nada. Es posible que veas algo que tu oponente no notó, ¡y eso podría hacerte ganar la partida!
2. Evalúa todos los Jaques, Capturas y Amenazas
Este es un principio muy clásico e importante que puedes aplicar después de cada jugada.
Los jaques, capturas y amenazas se llaman jugadas forzadas, ya que te obligan a reaccionar. Ya sea un movimiento del rey o bloquear un jaque, recuperar una pieza capturada (esperemos que no sea solo un caballo colgado), o eliminar una amenaza (como defenderse de un tenedor peligroso o evitar un mate en una jugada).
La razón por la cual las jugadas forzadas son tan importantes es que te obligan a reaccionar, evitando que sigas con tu plan. Esto facilita mucho el trabajo a tu oponente y hace que tus movimientos sean más predecibles.
Por eso, lo mejor es evaluar todas las jugadas forzadas por adelantado y evitar sorpresas desagradables en el futuro.
3. Pensamiento en ajedrez: Descubre qué está haciendo tu oponente
Siempre es útil tener una idea de lo que planea tu oponente. Te resultará mucho más fácil atacar o defender si sabes cuál será su próxima jugada. Lamentablemente, no podemos leer la mente. Si eso fuera posible, el ajedrez no existiría.
Sin embargo, mediante ciertas señales, podemos tener una idea bastante clara de los planes del adversario. Observando la actividad de sus piezas, los movimientos, y las casillas fuertes y débiles, podemos determinar con bastante precisión dónde planea atacar.
Te doy dos ejemplos sencillos:
Ejemplo 1: Tu oponente coloca las torres detrás de un peón en una columna abierta. Lo más probable es que planee avanzar ese peón.
Ejemplo 2: El oponente está atacando tu enroque con ambos alfiles y la dama. Es muy probable que esté preparando un ataque en el flanco de rey.
Aprende a interpretar lo que está tramando tu oponente, ¡y esto te será de gran ayuda a largo plazo!
4. Averigua quién tiene la ventaja
Comprender qué lado tiene la ventaja es muy importante para encontrar el mejor plan.
La forma más sencilla de determinar quién está mejor es seguir esta estructura:
- Seguridad del rey: Diferencia en las posiciones de los reyes.
- Material en el tablero: Aquí puedes usar los valores numéricos estándar para peones y piezas.
- Actividad de las piezas: Se determina comparando la actividad de tus piezas con las de tu oponente.
- Estructura de peones: Control de casillas importantes (el centro) con peones, peones débiles, peones fuertes, peones aislados y peones pasados.
Una vez que determines quién tiene la ventaja, pasa a buscar el mejor plan en la siguiente idea.
5. Pensamiento en ajedrez: Elabora un buen plan
Si tienes una mejor posición, debes atacar, de lo contrario, corres el riesgo de perder tu ventaja.
Por el contrario, si tu posición no es la mejor, debes defenderte y buscar formas de contraatacar.
Puede ser difícil desarrollar un plan para toda la partida.
En ese caso, lo mejor es tener un plan a corto plazo.
Por ejemplo, tu plan podría consistir en mover un caballo a un buen puesto avanzado, cambiar un par de alfiles, activar las torres y realizar un avance en el centro.
Y recuerda, incluso un mal plan es mejor que no tener ninguno.
6. Sigue tu plan
Lo más importante después de hacer un plan es seguirlo. He visto muchas veces a jugadores de club encontrar un plan razonable, pero no lo siguen, comenzando a idear cosas completamente opuestas.
De hecho, tu plan puede necesitar ajustes a lo largo del camino, dependiendo de lo que ocurra en el tablero y de la respuesta de tu oponente.
7. No te apresures y verifica tus movimientos
Este es, quizás, el consejo más importante. Piensa en lo que estás a punto de hacer e intenta encontrar razones por las que podría ser un error.
- ¿Estás dejando algo sin defender?
- ¿Existe alguna táctica?
- ¿Qué pasa con el otro lado del tablero?
- ¿Tiene tu oponente una respuesta que no habías anticipado?
Una vez que te hagas estas preguntas simples y te asegures de que todo está bien, ¡es hora de hacer tu jugada!
Este simple pensamiento ajedrecístico pronto se convertirá en un hábito y eliminará la mayoría de los errores en tus partidas.